Eso de tener cambios de humor continuamente es un rollo.
En un momento te sientes como si te hubiera atropellado un coche, como si tu corazón lo hubieran rajado, despedazado, y martirizado, y al otro te sientes feliz, bien, alegre.
La verdad, no se porque pasa eso, pero al final del día pasa factura. Y sinceramente, sospecho que la culpa de todo esto la tienes tu.
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