A veces piensas que hay hechos que no sucederán, que por más que las busques no encuentras las soluciones y que por mucho que sueñes con ellas, las casualidades no existen. Pero de repente, de la noche a la mañana parece que la brisa del día trae suerte con ella. Y yo ahora me pregunto, ¿casualidad o destino?
No hay comentarios:
Publicar un comentario